México es uno de
los países más biodiversos del mundo. Hoy en día se conoce más de un millón 600
mil especies en todo el planeta, y la décima parte se localiza en la República
Mexicana.
Actualmente, más de
la mitad de mamíferos silvestres que viven en México se encuentran en algún
nivel de peligro de extinción; esto de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 059
de SEMARNAT.
A partir del siglo
XXI el hombre ha destruido los hábitats de un gran número de especies, debido a
la destrucción de bosques, selvas, desiertos, ríos, arroyos, playas, mares,
etc.; de no darse un cambio en las estrategias de desarrollo, toda la riqueza
que México posee podría perderse en muy poco tiempo.
La Norma oficial
mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) enlista 295 especies y subespecies de
mamíferos en peligro de extinción, amenazadas o al menos con problemas de
conservación, esto es la mitad de la población de mamíferos mexicanos.
Aunque es difícil
englobar las causas de extinción de las especies, podemos decir que la mayoría
se debe a la destrucción de su hábitat para dar paso a megaconstrucciones en beneficio
sólo de los humanos, sin que exista un plan de conservación hacia las especies
que habitan esos lugares.
México se encuentra
entre los cinco países megadiversos; sin embargo, se están deteriorando
seriamente los ecosistemas que posee, reduciendo la capacidad de los animales
para encontrar sitios adecuados para su sobrevivencia y reproducción.
Otro de los graves
problemas por los que varias especies se encuentran amenazadas es la cacería
ilegal y aunque actualmente ha habido un cambio en el pensamiento de muchos
mexicanos, la falta de regulaciones efectivas e incentivos, propician que
muchos pobladores salgan a cazar sin una regulación de temporada, época
reproductiva, etcétera.
GRUPOS PARTICULARES.
Con la destrucción
de los hábitats, la gran mayoría de pequeños mamíferos han encontrado la causa
de su desaparición; sin embargo, no son los únicos, existen dos grupos
importantes que tienen interacción con el ser humano y a los que no se les ha
prestado la debida atención para su conservación: los mamíferos marinos y los
grandes carnívoros.
Mamíferos marinos
La gran mayoría de
cetáceos usan aguas mexicanas para su procreación y están protegidas
frecuentemente por acuerdos internacionales. Casi todas las especies han
sufrido cacerías intensivas fuera de las aguas mexicanas y su tasa de
reproducción es baja, entre ellos se encuentran los delfines, marsopas, la
vaquita marina, que frecuentemente se ven atrapados en redes de pescadores y
mueren asfixiados.
La transformación
de costas en destinos turísticos, como la península de Baja California, han
afectado la población de focas y lobos marinos, ya que no encuentran en esas
playas sitios para su procreación.
Otro de los grandes
problemas que enfrentan los mamíferos marinos, es la contaminación del mar, la
cual empieza en las costas.
En México no existe
una regulación estricta en materia de tratamiento de desechos y aguas
residuales urbanas e industriales. La principal causa de la contaminación de
las playas mexicanas es el drenaje que vierte sus aguas negras directamente al
mar, pero el problema no es sólo para las especies que se encuentran en el mar,
sino también la salud humana. Debido a la contaminación de las zonas costeras y
a las descargas agrícolas, domésticas e industriales, se han encontrado en ostiones
y peces que llegan a nuestras mesas sustancias tóxicas como cadmio, plomo,
mercurio, cobre, zinc, compuestos orgánicos persistentes como plaguicidas,
hidrocarburos y bacterias de salmonella y de cólera.
Grandes carnívoros
México presenta una
gran gama de carnívoros dentro de su fauna nativa, los cuales pueden ser
divididos en dos grupos: los pequeños carnívoros y los megacarnìvoros o
carnívoros de gran tamaño.
Dentro de los
primeros, podemos encontrar a los zorrillos, comadrejas, cacomixtles (animal
endémico mexicano), etcétera; los cuales se encuentran en peligro por la
destrucción de su hábitat o la caza directa, aunque tienen grandes tasas de
reproducción que les permiten sobrevivir aún en zonas con alta presión humana. Estos carnívoros consumen en su mayoría
insectos, aves, reptiles o algunos mamíferos de menor tamaño; la interacción
que tienen con el humano es poca.
Por el contrario,
el otro grupo de carnívoros suele tener mayor cantidad de encuentros con el
hombre, los cuales entran en el plano de los conflictos ya que cazan el ganado
doméstico y muy escasamente causan la muerte directa de seres humanos. Dichos
conflictos se han incrementado debido a la destrucción de sus hábitats, y la
desaparición de sus presas tradicionales, lo que los obliga a salir de su
territorio en busca de comida. Otro factor importante para que los grandes
carnívoros se encuentren en peligro de extinción es la caza ilegal, a pesar de
que muchos deberían ser motivo de orgullo nacional.
· Felinos
De las seis
especies de felinos que habitan el territorio nacional y quizá el más conocido
es el Jagua (Panthera onca). Esta
especie es de origen tropical y ha sido reconocida como el más poderoso de los
depredadores; se distribuía en todas las zonas tropicales de México, aunque actualmente
se encuentra en todo el sureste.
Es fundamentalmente
solitario, por lo que no se conoce realmente la situación real de su estado de
conservación. Caza tendiendo emboscadas, siendo oportunista a la hora de elegir
las presas. Es una especie clave para la estabilización de los ecosistemas en
los que habita; al ser un superpredador, regula las poblaciones de las especies
que captura.
A pesar de que el
comercio internacional de ejemplares de esta especie o sus partes está
prohibido, este félido muere con frecuencia a mano de los humanos,
especialmente en conflictos con ganaderos. Recientemente se han emprendido
acciones para evitar su extinción, como alojar varios especímenes en las
reservas de la biósfera de Calakmul y Sian Ka'an, según el INEGI.
El Puma (Felis concolor), es el segundo mayor
felino después del jaguar, habita en los
bosques del norte del país, de donde es originario, pero las pequeñas
poblaciones que aún existen, han emigrado hacia hábitats más tropicales. Es la única especie que no aparece en la
norma oficial bajo ninguna condición de riesgo, debido a su amplio rango de
distribución.
De los pequeños
félidos que se encuentran en peligro son: el magray (Leopardos weddii) y el ocelote (Leopardus
pardalis). Estos animales son rebasan los 10 kg de peso, viven en zonas
selváticas y son perseguidos por sus pieles, aunque gracias a la protección de
varias normas, dicha práctica ha disminuido. Al igual que los otros felinos,
sus hábitos de caza nocturna y hábitat al interior de la selva, hacen que el
reporte de sus poblaciones sea complicado.
El Lince o gato
montés (Lynx rufus) no aparece en la
Norma Mexicana, su presencia suele ser confundida con los gatos ferales, es por
eso que existen pocos reportes de la especie. A pesar de no encontrarse
oficialmente en peligro, la disminución de su hábitat natural y la presencia de
gatos domésticos con los que puede entrecruzarse, amenazan su existencia.
·
Osos
Otro grupo
importante de grandes carnívoros es el de los osos. Alguna vez en México
habitaron las dos grandes especies de osos americanos: el Grisli (Ursus arctos) y el Oso Negro (Ursus americanus). El primero aparece en la NOM-059 y no se
conoce la presencia de esta especie desde los años sesenta. La principal razón
de su desaparición fue la cacería indiscriminada, por ser cazador se le
atribuía la destrucción de ganado en el norte de México.
La especie que aún
se encuentra en México, es el Oso Negro. Es el oso más común en Norteamérica. La
población de osos negros era, hace tiempo, seguramente de dos millones de
individuos. En la actualidad, la especie está protegida y se considera que
existen entre 500.000 y 750.000 osos negros en el continente americano.
También es
carnívoro, aunque la mayoría de sus hábitos alimenticios incluyen bayas,
frutos, y varios vegetales, es percibido como una amenaza menor para la
población humana, aunque se sabe que puede cazar y depredar ganado.
Recientemente ha
habido indicios que permiten suponer que esta especie puede estar presentando
un regreso importante en el norte del estado de Coahuila, en la Sierra del
Burro, gracias a los ganaderos que permitieron la presencia de osos en sus
ranchos y crearon una superficie amplia para su reproducción.
·
Cánidos
La familia de los
cánidos es la tercera de los grandes depredadores. El coyote (Canis latrans) y la zorra gris (Urocyon cineroargentatus) son dos de las
especies que habitan el territorio mexicano y que no se encuentran en peligro
gracias a que son especies adaptables y esquivas, con altos potenciales
reproductivos y omnívoros. Dos especies
que si se encuentran en peligro y que aparecen en la norma oficial mexicana
son: la zorra del desierto (Vulpes velox),
de la cual se reportan 6 subespecies, todas amenazadas.
El último de los
grandes carnívoros de la familia cánida, es el lobo mexicano (Canis lupus baileyi), está considerado
por la NOM-059 como extirpado del medio natural, los últimos ejemplares de los
que se tiene evidencia fueron capturados en la década de los setenta. Actualmente la SEMARNAT la tiene como una de
las especies prioritarias para la conservación y tiene un plan piloto para
reintroducirlos en el noreste del país.
Cabe mencionar, que
el lobo mexicano tiene una historia de recuperación exitosa; a partir de sólo
cinco lobos capturados más unos cuantos que se encontraban en un rancho y en un
zoológico, se cuenta ahora con 300 ejemplares, distribuidos en zoológicos de
México y Estados Unidos.
Al llegar el siglo
XX, la reducción de sus presas naturales como los ciervos causó que los lobos
atacaran ganado, situación que produjo agresivas campañas de exterminio por
parte de agencias gubernamentales de los Estados Unidos, así como la caza
desmedida de ganaderos mexicanos. También se le atribuyó la diseminación de la
raba entre perros domésticos.
Gracias al cambio
de pensamiento para reconocer que su desaparición, así como la cualquier
especie es una pérdida irremediable, el 17 de julio de 2014 nació la primera
camada en libertad de lobos mexicanos en México, en la Sierra Madre Occidental.
La conservación de
los mamíferos en México a partir del siglo XXI, ha sido complicada, en parte
por el incremente de la población humana y la destrucción intensiva de zonas
naturales, así como la poca o nula regulación de protección hacia esas
especies. La falta de compromiso con la naturaleza ha reducido cada vez más los
hábitats de los pequeños y grandes mamíferos que habitan nuestro territorio.
Es claro que a
través de la correcta educación ambiental y la existencia de leyes e
instrumentos jurídicos más estrictos, habrá un cambio en la conservación de
muchas especies. Los mamíferos siempre serán una parte importante en la
ecología de los ecosistemas que habitan.
¿PORQUÉ HE ELIGIDO
ESTE TEMA?
Es un tema que
considero importante, pienso que la conservación de cualquier especie es un
tema que nos importa a todos y que debería tener prioridad en nuestro día a día.
¿DE DÓNDE PARTISTE
PARA EMPEZAR A ESCRIBIR?
Partí del texto que
leí y con base en su estructura fue que elaboré el texto, incluí el
conocimiento previo que tenía del tema y lo fusioné con lo plasmado en el
documento de mamíferos en peligro de extinción.